CARACTERIZACIÓN DE HUMEDALES EN LA ALTA CUENCA DEL RIO ANTUCO, COMO BASE DE UNA RESTAURACIÓN ECOLÓGICA

Resumen

Los humedales altoandinos son ecosistemas frágiles, escasos y con un endemismo relevante. Han sido utilizados históricamente por los grupos humanos y desde hace varias décadas por sectores relevantes de la economía.
La Región de la Puna se caracteriza por sus particularidades climáticas que condicionan en gran medida a la disponibilidad de recursos hídricos. Esto se debe a la orografía de la zona, cuyos cordones montañosos alcanzan gran altitud hacia el oeste captando la humedad de los vientos que provienen del Sector Atlántico.
Esta condición es característica en la zona de estudio, por lo que se puede afirmar que el área corresponde a la zona de Puna Desértica, con precipitaciones anuales escasas. Debido a su configuración general de cuenca endorreica, la Puna carece de ríos de gran magnitud, podemos encontrar arroyos de mayor o menor importancia que pierden su caudal por infiltración que desembocan en los valles formando salares y/o vegas.
La flora de las vegas está adaptada a las condiciones ambientales extremas de la Puna Altoandina y se caracterizan por presentar un microrrelieve fuertemente ondulado con una red intrincada de canales o cursos de agua corriente; se relaciona con la dominancia de especies herbáceas que forman los céspedes planos o regulares de los tipos vegetacionales de vegas. Además, están asociados a cursos de agua corriente permanente, con mayor concentración de oxígeno y baja salinidad (Ortega, 2012)
En la actualidad, los humedales presentan procesos de desertificación, en este contexto la implementación de iniciativas para la conservación de estas cuencas, con énfasis en los recursos hídricos, ha puesto a la luz muchas limitaciones técnicas principalmente debido a la falta de conocimiento sobre los procesos hidrológicos y los impactos de las prácticas humanas sobre el recurso agua. La variabilidad de ecosistemas, climas y geomorfología complica la aplicación de resultados generales y exige un mayor número de investigaciones hidrológicas a nivel local.
Todos los humedales comparten una propiedad primordial que es la presencia de agua. Ésta juega un rol fundamental en la determinación de la estructura y las funciones ecológicas del ecosistema. Además, los humedales son un “espejo” de la condición ambiental de la cuenca, es por ello que diferencias en magnitud, frecuencia y duración del caudal que reciben genera una
variedad de respuestas dentro de éste. Eso provoca que a diferencia de los ecosistemas terrestres los humedales puedan presentar una gran variabilidad tanto en el tiempo como en el espacio (SAG, 2006).
La cuenca del río Antuco presenta 14 humedales, que han sido relevados mediante el uso de SIG por Fiad (2016), indicándose que los humedales Ancho, Tres Ojitos y Casa de Champa se encuentran en un proceso de sucesión ecológica en donde los pajonales hídricos han ido avanzando sobre la superficie ocupada por las vegas. En este sentido Fiad (2016) indica que tal situación puede deberse a: la variación hídrica interanual producto del fenómeno ENOS y del pastoreo.
Es por ello, que se plantea dar inicio a un proceso de rehabilitación y restauración ecológica de los sectores en donde se registra el retroceso de los humedales.
En este trabajo se presentan los resultados preliminares de la primera etapa de un plan de restauración ecológica, que tiene por objetivo caracterizar un ecosistema de referencia, es decir aquella área que aún conserva las condiciones y características originales de un humedal, seleccionándose los humedales Río Blanco, Alcamuerte y Marcos como ecosistemas de referencia y que se ubican en la cabecera de la cuenca del río Antuco.