DIAGNÓSTICO MICROBIOLÓGICO EN INFECCIONES ORALES

Resumen

Con el objeto de presentar  una visión general de los agentes microbianos en infecciones de la cavidad bucal, se revisa la conceptualización etiológica y las técnicas de diagnóstico microbiológico señalando las ventajas y limitaciones.

El diagnóstico microbiológico es un apoyo fundamental en el diagnóstico clínico de las enfermedades infecciosas orales y maxilofaciales. Este diagnóstico permite realizar un tratamiento antimicrobiano dirigido y específico  que evita tratamientos innecesarios y disminuye los posibles efectos adversos e interacciones del tratamiento empírico. Además puede ayudar en la toma de decisiones sobre el mantenimiento o adecuación de un tratamiento empírico basado en la sospecha clínica. El aislamiento e identificación de la especie  bacteriana es fundamental para evitar fracasos terapéuticos o recurrencias asociadas a una menor sensibilidad a los fármacos de uso común.

El estudio microbiológico de las enfermedades infecciosas de la cavidad oral, está basado principalmente en la observación al microscopio y el cultivo en los medios microbiológicos apropiados de las muestras clínicas relevantes. Por este motivo, es muy importante obtener una muestra clínica suficiente y representativa para que podamos realizar el diagnóstico.

El inicio y progresión de las infecciones orales se atribuye a la presencia de niveles elevados de bacterias periodontopatógena, se estima que existen cientos de microorganismos pero solamente un pequeño número de ellas juega un papel significativo en la etiología de las infecciones orales. El desarrollo de pruebas microbiológicas  para  la  identificación de  estas bacterias constituye una vía de información adicional que ayuda al Odontólogo a establecer un diagnóstico más preciso de la situación periodontal del paciente y valorar la necesidad de establecer un tratamiento antibiótico eficaz. En este artículo se describen los diferentes métodos de diagnóstico microbiológico disponibles y su utilidad tanto para tratamiento de pacientes que no responden a la terapia habitual, como para monitorizar a pacientes en fases de mantenimiento.