DETERMINACIÓN DE PARAMETROS PARA LA ACTIVACIÒN DE ARCILLA DE “EL SALTO” PARA ADICIÓN A CEMENTO IP-30 EL PUENTE. Proyecto de Grado: Investigación Aplicada

Resumen

La industria del cemento es responsable de un gran porcentaje de las emisiones de CO₂ liberadas a la atmósfera. Diversas soluciones se han planteado con el objetivo de lograr producciones más ecológicas, una de ellas es la sustitución de Clinker por materiales cementicios suplementarios (MCS). Así también poder bajar el costo de producción del cemento.
Tal es el caso de las puzolanas, las cuales constituyen una vía de lograr reducciones en el consumo de cemento, ya sea como adiciones en el proceso de producción de cemento como en la sustitución de este en la fabricación de hormigones. En ambos casos, es bien conocido que las puzolanas modifican las propiedades físicas y mecánicas del hormigón.
Existen dos tipos de puzolanas, las naturales y las artificiales. Las puzolanas pueden clasificarse, en dependencia de su origen, en naturales o artificiales. Las puzolanas naturales son las rocas existentes en la naturaleza que no precisan para su empleo nada más que la molienda, siendo característico de ellas que en su composición química predomine la sílice, el aluminio y el hierro. Las mismas no están
distribuidas uniformemente en el planeta, pero hay varias zonas donde estos materiales son abundantes, en especial en el llamado “cinturón de fuego” (Martirena J.F, 2003).
Las puzolanas naturales pueden ser provenientes de rocas volcánicas, en las que el constituyente amorfo es vidrio producido por enfriamiento brusco de lava como las cenizas volcánicas, las tobas y la escoria.
Las puzolanas artificiales provienen de las cenizas que se producen en la combustión del carbón mineral, fundamentalmente en las plantas térmicas de generación de electricidad. Las arcillas calcinadas o activadas artificialmente como los residuos de quema de ladrillos u otros tipos de arcillas que hayan estado expuestas a altas temperaturas.