ANTONIO ARAMAYO

Es abogado, especialista en derechos humanos, educación para el desarrollo y planificación estratégica institucional. Su mayor preocupación fue la defensa y vigencia plena de los derechos humanos, desde su ejercicio profesional hasta su acción personal consecuente. Así, en la década de los setenta, durante su época de dirigente universitario, sufrió persecución y violencia estatal.

Luego, ya en las décadas de los ochenta y noventa fue uno de los principales promotores del enfoque de desarrollo con justicia social, equidad y respeto por las diversidades, siendo parte del nivel ejecutivo en organizaciones privadas que impulsaban el empoderamiento social como: Instituto de Servicios Legales e Investigación Jurídica (ISLI), Fundación para Alternativas al Desarrollo (FADES), Coordinadora Nacional de Redes que agrupa a 142 instituciones privadas de desarrollo social y organizaciones no gubernamentales, Unión Nacional de Instituciones de Acción Social UNITAS, Asociación y Escuelas Radiofónicas de Bolivia (ERBOL), Asamblea Departamental de Derechos Humanos de La Paz (1981-1982).

Realizó su aporte a la institucionalización de los derechos humanos y de las libertades constitucionales desde su labor en funciones públicas y de sociedad civil. Fue Secretario General Defensor del Pueblo (1996-2001), participando en la creación de esta institución. En 2004 fue invitado a ser socio fundador y gerente de la Fundación UNIR Bolivia, donde fungió como Gerente de Negociación y Diálogo y Gerente en Planificación Estratégica y Monitoreo. En 2009 fue designado como Director Ejecutivo para la implementación del Plan Estratégico Institucional 2009-2013, y 2014-2019. Actualmente es presidente del Directorio de la Asamblea de Instituyentes de UNIR Bolivia. Durante su gestión, Aramayo ha trabajado por lograr que UNIR tenga un amplio reconocimiento y se posicione como institución independiente especializada en temas de análisis y gestión de conflictos, desarrollo de capacidades de diálogo, y la promoción del derecho a la información y la comunicación en los diferentes niveles de gobierno y la sociedad civil, bajo los enfoques de cultura de paz, interculturalidad, bien común y equidad de género, temáticas en las cuales también es coautor de 13 publicaciones.

Fue expositor invitado en eventos internacionales en más de 16 capitales de América y de Europa. En 2011, en la ciudad de Buenos Aires, fue nombrado Embajador de Paz por la red de asociaciones, fundaciones y organizaciones no gubernamentales que trabajan en Cultura de Paz.

El 2010 recibió el reconocimiento de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia por su trabajo incansable por la vigencia de los derechos humanos.